La montaña rusa es más divertida de lo que parece (Mephisto)

Hoy estaba muy contenta, y como no estarlo, me iba a ir con la clase y con mis amigos al parque de atracciones. Tenía suerte de que nadie de mi clase supiera que yo era un demonio, sino tendría problemas, muchos, muchos problemas que yo no quería tener.

Llegué al cole toda contenta (por una vez) y me puse a hablar con mis amigas de como sería la excursión, yo decía que me subiría en lo que más miedo diese, pero como siempre, ellas decían que no se subirían conmigo, que les daba mucho miedo, así que de nuevo me quedaría sola en un sitio peligroso, a veces me preguntaba si mis amigas eran de verdad mis amigas, pero que estoy diciendo ¡Claro que son mis amigas! y como tales, nadie les podía tocar ni un pelo, me daba igual que fuese demonio o humano, no se les tocaba un solo pelo.

Nos subimos al autobús, seguía nerviosa por la excursión, pero no era la única, más de la mitad de la clase se notaba muy nerviosa, eso tampoco era muy raro ¡íbamos a ir a un parque de atracciones! normal que estuviésemos nerviosos ¡esto no pasaba todos los días! yo era la primera vez que iría allí.

El viaje pasó más despacio de lo que pensaba, pero después de mucho esperar, al final llegamos, y como no, yo fui a la montaña rusa, que era muy divertida, me dieron ganas de montarme de nuevo y pasarme el día así, pero prefería estar un rato con mis amigas y jugar con ellas.

Las actividades extraescolares no me eran ajenas, aquel día uno de mis grupos iría de excursión a el  parque de diversiones, tal vez debía buscar lugares más apropiados pero que podría ser más apropiado que un lugar temático del señor Mephisto, sin embargo tenía asuntos importantes por atender, se habían suscitado algunos avistamientos de demonios fuera de las paredes de la Academia y eso era algo que no podía dejar pasar después de todo salvaguardar a los estudiantes es parte de mi trabajo.

-Pero que va, el trabajo debo admitir es lo último en lo que pienso, pero los estudiantes.. eso si es una de mis prioridades…ESTA DECIDIDO!!  Grite entusiasta desde uno de los rincones de la oficina mientras hacía una llamada desde mi celular, necesitaba alguien que me recogiera, tenía todas las intenciones de salir esa mañana. –Lugar de destino..el parque de diversiones- Tomé una de las llaves especiales para acortar el camino y salir de mi oficina directamente hacía una salida oculta en la parte posterior del edificio en dónde mi auto nada discreto me estaba esperando si algo me gustaba era dejar la Academia con estilo. Subí acompañado por un par de exorcistas rumbo al parque de atracciones, lugar donde se decía había mayor actividad demoniaca, no lo creía realmente estando bajo mi cuidado ningún demonio sería capaz de traspasar la barrera, un par de horas mas tarde me encontraba frente a la entrada, a pesar de lo mucho que me gusta llamar la atención también es cierto que mantengo un bajo perfil cerca de los estudiantes, prefiero ser un espectador a decir verdad. No me tomo mucho esfuerzo escabullirme de mis acompañantes exorcistas para irme por mi cuenta, si bien estaba por cuestiones de “trabajo” no era excusa para no disfrutar un poco mientras estaba ahí, busque una banca vacía y la única que encontré estaba de frente a la montaña rusa, me senté sin dudarlo con un semblante despreocupado y bastante distraído  o al menos hacía les quería parecer, tenía otros planes en mente mientras los estudiantes estuviesen ahí.

Me lo estaba pasando muy bien, era todo muy divertido. He de admitir que algunas de las atracciones a las que decidieron ir mis amigas eran bastante divertidas, pero ninguna se podía comparar con la montaña rusa, esa si que había sido divertida.

Mis amigas se fueron al baño, pero yo no tenía ganas, así las esperé en un banco que estaba enfrente de la montaña Rusa, en el cual había una persona, bueno, una persona no, un demonio. Lo miré extraña y caí en la cuenta de quien se trataba ¡Era Samael! bueno, aquí era llamado Mephisto, si mi memoria no fallaba -Hola ¿cómo estás tú por aquí?- puede que me esperase ver a algunos demonio ¿pero a él? eso era raro.

Miré a la puerta del baño por si mis amigas habían salido, pero por suerte aún no, así que podía quedarme un rato más -Oye, pero si vienes por trabajo ¿a mi no me harás nada, no?- le pregunté mientras tragaba saliba,  no me gustaba la idea de tener que ponerme a luchar ahora y que todos descubriesen lo que era, eso significaba despedirme de la vida tranquila y divertida que llevaba aquí. Me gustaba el cuerpo de la niña en la que me encontraba, y no quería abandonarlo.

Estaba sentado disfrutando de mi aparente día de descanso, desde ese lugar podía ver a mis estudiantes afortunadamente para mi el Director ante ellos siempre ha mantenido un bajo perfil por lo que muchos me desconocen tal vez solo pensarían al verme que soy una persona genial con un increíble sentido de la moda

¿Huh? ¿Yo? solo.. disfruto un poco de la tranquilidad no hay trabajo todo esta como debería ser o lo estará así que no te preocupes  Vaya mentira.. eso ni yo mismo me lo creería pero no había razón alguna para alarmar a los estudiantes y lo que menos quería era develar la naturaleza de la joven a mi lado.
Conoces las reglas, mientras no pongas en peligro al resto para mi eres una estudiante mas Finalicé con una amplia sonrisa conforme me iba poniendo de pie. Pero si fuera tu mantendría los ojos abiertos Me despedí con una galante reverencia que a penas y duraría un par de minutos retirando el sombrero. Dí media vuelta mientras una estruendosa risa acompañaba mi camino perdiéndme entre la gente que disfrutaba de las atracciones.