¿Clases? Lo lamento, pero debo estudiar para la asignatura de vagancia

"Cobarde, eso eres Summer, una cobarde"repetía dentro de mi mente una y otra vez, aún así seguía corriendo. ¿Era para tanto? por supuesto que no, simplemente era una llorona, suspire bajando la marcha un poco, todos estaban en clase y no había nadie tras de mí, era tonto correr, seguí moviéndome con la mirada baja, aún sentía los ojos algo llorosos y el sonrojo por todo mi rostro.

Sí, tenia una beca, una parte gracias al exorcismo y la otra era académica, pero eso no significaba que fuese buena en todas la materias. Nunca se me habían dado las matemáticas sumándole que el nivel aquí era bastante alto... simplemente se salia de mi control, así que tenia que ser exactamente en esa materia que me pidiesen responder algo en la pizarra, algo que no entendía en lo más mínimo... lo qué paso después se resume en 5 minutos parada frente a la clase entera antes de terminar corriendo fuera del salón.

Ahora, si no quería más problemas de los que probablemente ya tenia, debía encontrar un lugar donde no me vieran hasta que el timbre sonara, pensé en varias opciones, como la azotea, el patio o el comedor, pero al final me dirigí al auditorio, nunca nadie iba ahí, ni siquiera yo había puesto un pie en ese lugar desde la ceremonia de bienvenida.

Abrí lentamente la gran puerta del lugar, el lugar estaba bastante iluminado, no era difícil ver todo lo que había allí dentro, empece a dar unos cuantos pasos adentrándome en el gran salón, mirando todo a mi alrededor, incluyendo entre todo esto, un chico de cabello negro. Me quede quieta unos momentos sin saber que hacer, debería...¿irme? "Cobarde" escuche como esa palabra resonaba de nuevo en mis pensamientos. Di un largo suspiro, me resultaba odiosa en ocasiones...

Termine sentándome en una de las butacas del otro lado, moviéndome con lentitud, tratando de no hacer ruido alguno, mirando hacia el lado contrario todo el tiempo, tal vez, no se diese cuanta de que estaba aquí, tal vez...

No gire la cabeza, solo miraba a la pared como si esta tuviese algo que contarme, aunque en el fondo el no saber que hacia ese chico me mataba ¿me habría visto? tal vez lo había hecho, y simplemente me estaba ignorando, cada quien en su asunto. La idea de que así fuese me hacia sentir extraña, por una parte me alegraba, pues era realmente mala hablando con la gente, por otro lado...seria lindo tener un "amigo" aunque no sabia exactamente lo que era tener uno, creo, que es agradable, me refiero a ¿la mayoría de las personas son felices cuando los tienen, verdad? Aunque tampoco me molestaba estar sola, me había acostumbrado bastante.

Baje un poco la mirada, pensando ¿qué cara les iba a poner cuando regresara a la clase? El solo pensarlo me estremecía, el haber huido de esa manera había sido tonto y cobarde, sin mencionar problemático, justo ahora me arrepentía de haberlo hecho con cada parte de mi ser. Pero arrepentirse nunca había servido de nada, lo hecho hecho estaba... Pensándolo mejor, no era la primera vez que había huido así de algún lugar, lo había hecho varias veces, de muchos lugares, cuando era más pequeña incluso llegue a fingir que era un juego, una leve sonrisa, algo nostálgica y melancólica se formo en mi rostro por aquellos recuerdos, no eran del todo felices pero... daba igual, eran de hacia mucho tiempo.

Me había perdido una vez más en un mar de pensamientos y recuerdos cuando un movimiento me saco arrebatadamente de estos, este vino acompañado de una voz suave de tono amable. Voltee de inmediato de forma un tanto brusca, entonces me encontré con un par de ojos grises. Pude ver de una vez por todas al pelinegro, alto, delgado, de tez blanca.

El sonrojo no tardo en aparecer ante sus palabras -¡¿P-problemas?! ¿¡Q-qué problemas!?- Fue lo único que pude balbucear de forma bastante torpe. Siendo sincera creo que tenia suerte de haber podido articular palabras...lo miraba algo alterada, y el hecho de pensar que mi rostro estaba completamente rojo no hacia más que provocar un sonrojo aun más intenso...

¿Qué sus palabras me habían molestado? no, por supuesto que no, "molestado" no era la palabra que quería en ese momento, creo que la que más encajaban esta situación era "sorprendido", era lo que más se asemejaba. Nunca había sido buena relacionándome con las personas, digamos que no tenia mucha practica con eso, por el contrarío, siempre me aleje de todos. Sabia lidiar con los murmullos y las criticas a mis espaldas, pero nunca con alguien que me ofreciese dulces, me preguntara sobre mis problemas y me dijese "bonita" aun cuando fuese por educación.

Respire profundo, tratando de calmarme para así poder pronunciar algo de corrido y con lógica, aun sentía un leve sonrojo en el rostro pero decidí no prestarle atención o probablemente se haría mayor de nuevo-No...no me molestaron-dije casi murmurando mientras bajaba la mirada al suelo-S-solo me sorprendiste...

Alcé la mirada mientras usaba la mano para acomodarme el flequillo, y de paso cubrirme un poco, sentí como siempre el parche de mi ojo izquierdo, ahora era de lo más natural, hacia unos años cuando empecé a usarlo era bastante molesto, jamas me hubiese imaginado que uno se podia acostumbrar a usar un parche, sin mencionar los problemas de profundidad...eso ultimo me causaba problemas para algunas cosas, pero a estas alturas incluso llegaba a olvidar que lo tenia puesto.

El chico termino recargándose en el asiento de enfrente del mio, una vez más comenzó a hablar con ese tono amable y tranquilo, de cierta forma te daba confianza, no creo que sea mala persona, por el contrario parecía alguien de sobremanera agradable.

La pregunta me incomodo, no por que la formulase, si no por que no sabia que responderle, una vez más desvié la mirada-Y-yo...-¿tenía algo de malo que le dijera la verdad?-Huí de la clase-lo dije sorprendentemente en un tono tranquilo, aunque no había sido muy clara con eso ¿verdad?

Estaba mucho más tranquila ahora, el chico era realmente amable y era obvio que no quería problemas, por las palabras que me había dicho hacia unos momentos me imagine que, probablemente, se estaba saltado las clases, aun así no podia asegurar nada. Si estaba en lo correcto, no podia culparlo, las clases eran en extremo tediosas y estresantes, sin mencionar que mientras atendías a una el reloj parecía quedarse dormido y no avanzar jamas.

Cuando recién llegas a Vera Cruz piensas que las clases serán rudas y exigentes, entrenamientos contra demonios de toda clase, técnicas de defensa, etc... pero nos olvidamos de que no son clases "regulares", y viéndolo de esa manera, la academia hacia un trabajo excelente manteniendolo en secreto, claro que había algunos rumores, pero quedaban como los típicos rumores de escuela, como que se construyó sobre un cementerio o hay un fantasma, nada de especial relevancia para los que no sabían nada acerca del verdadero propósito de la institución.

Observe con atención como el chico lanzaba por el aire uno de sus rojizos caramelos, no era la gran cosa en realidad pero estaba un tanto fascinada por ver como lo hacia, tal vez por el hecho de saber que si yo lo intentaba, el dulce terminaría en el suelo o golpeándome el ojo antes de caer siquiera cerca de mi boca. Terminada su hazaña el pelinegro me ofreció dulces una vez más.

Dude unos momentos, miraba fijamente la bolsa de caramelos como si de una decisión de suma importancia se tratara, lo cierto era que...enserio amaba los dulces, aun así no me atrevía a tomarlo como si nada.

-G-gracias-dije finalmente animándome a tomar uno de los dulces de la bolsa, lo lleve a mi boca y le sonrei al chico.

Creí conveniente presentarme, después de todo, creo que pasaríamos el rato aquí juntos hasta el siguiente periodo-Sí...Summer, primer año- respondí asintiendo con la cabeza y tendiéndole la mano a manera de saludo. ¿Era tan fácil adivinar que grado cursaba?-¿Y tú estas en...?-pregunte sin quitarle la mirada de encima, no tenia la menor idea de en que grado podría estar, no era muy buena indagando y su apariencia podría ser la de un chico de cualquier grado...

-Un gusto, Aizack-san- Dije aun sonriendo, estaba mucho más calmada y me alegraba de sobremanera poder decir oraciones de corrido, sin tartamudeos. Me alegró también que, siendo alguien mayor fuese amable, la academia estaba llena de abusones, no era raro ver a chicos burlándose de otros, el dinero les hacia prepotentes, se creían los dueños del mundo solo por tener una familia adinerada por su puesto que si aparte de esto, eran de un grado mayor, les era más fácil meterse con los de primero.

Observe como el chico se acomodaba de forma un tanto curiosa, en lo personal ni siquiera intentaría sentarme de esa forma, ademas del hecho de que usaba la falda del uniforme, parecía un poco difícil, aun así Aizack-san parecía bastante cómodo. Por mi parte estaba sentada de forma común, como cualquiera se sentaría en un asiento de auditorio.

La pregunta era de lo más normal, aun así podia responder una infinidad de cosas, cosas que no debía responder pues eran un secreto. Las clases de exorcismo me ponían nerviosa pues no sabia si llegaría a dar el ancho para ser una, pero era más que obvio que él no se refería a Ese tipo de clases.

-Bien...a-algo complicado en ocasiones...-sonrei algo avergonzada recordando de nuevo el por que me encontraba aquí-Es una escuela enorme, incluso me he perdido un par de veces-dije riendo un poco apenada por la confesión que era completamente cierta, aun ahora no la conocía del todo...

No pude evitar soltar una risa algo sonora ante su comentario, enserio me había resultado gracioso, no hubiese podido evitarlo aunque lo intentara, sabia bien que estábamos escondidos, y que hacer mucho ruido podría costarnos un buen castigo a ambos. Me controle al instante, deseando que no hubiese ningún conflicto o que nos descubrieran.

-L-lo siento, siendo sincera no se como no estoy en esa misma situación en ese momento-dije aun riendo de forma leve y ligera.

De nuevo lanzó uno de sus dulces al aire y lo atrapo hábilmente con su boca, lo hacia de una forma en extremo natural, el chico debía tener reflejos excelentes, después de esto nuevamente me sonrió antes de volver a empezar a hablar.

Por algún motivo el que mencionase "secretos" me llamo un poco la atención, por uno momento la idea de que el muchacho supiera lo que esta academia encubría... No por supuesto que no, lo habría notado en clases de exorcismo ¿no es así? era una idea tonta-Seguro muchos más de los que creemos-le respondí sonriente, pero con un tono un poco serio, yo sabia bien a que me refería con eso...

No sabia exactamente cuanto tiempo quedaba para tener que regresar a clase, pues no tenia un reloj o algo para saberlo conmigo, sin embargo solo quería poder quedarme un rato más, era agradable la compañía del pelinegro, agregando ademas que, aquí no tenia que lidiar con matemáticas odiosas.

Cierto sentimiento extraño me recorrió acompañado de un pequeño pensamiento o más bien, una pregunta ¿Cuando había sido la ultima vez que había reído de esa forma tan natural? Me alegraba que este momento me provocara esa pregunta, pero de igual forma me causaba un poco de melancolía no poder encontrar una respuesta. Decidí no ponerle más importancia, de cualquier modo no me servia de nada el pensar en eso, ¿afectaba en algo tener o no una respuesta? por supuesto que no.

-Si, fantasmas en el baño, asesinos escondidos, demonios...Creo que todas las escuelas grandes o no "los tienen"- dije con una leve risa, ¿enserio tenia derecho a decir algo así?

Una vez más el pelinegro cambio de posición, parecía no poder quedarse quieto por más de 3 minutos, termino quedando sentado justo frente mío, ahora tenia que mirarle hacia abajo, una vez que pareció estar cómodo, formulo otra pregunta.

-C-conseguí una beca, es una escuela de prestigio, no podia dejarla pasar...necesitaba la oportunidad-No era una mentira, era más bien, como decir una verdad a medias...-¿Que hay de ti?

Era bastante lógico que la escuela tuviese clases que le interesaran, había clubes de prácticamente todo, clases optativas, talleres deportivos, artísticos, mecánicos, informáticos, literarios... podría seguir nombrando todo esto durante un buen rato y probablemente se me olvidarían algunos. Por mi parte, no estaba en ninguno, no por supuesto que no, con las clases normales y las de exorcismo me bastaban, ya me había quedado varios días despierta hasta tarde haciendo todas las tareas que estos cursos dejaban, no era agradable.

-¿En serio? ¿estas en algún club o taller?-le pregunte con interés, después de todo un taller seguro que era divertido, podías aprender algo nuevo e interesante, salir de la rutina un poco y conocer a más personas.

No podía asegurarlo, pero por el tiempo que llevábamos hablando, la campana estaba por sonar pronto, entonces tendría que regresar al salón con el rabo entre las patas y dar la cara, tal vez el profesor me castigaría o regañaría, tal vez no, en todo caso no esperaba una "cálida bienvenida" ni por parte del maestro ni por parte de mis compañeros.

Solté una leve risa ante su comentario, era la típica queja de todo el mundo, incluso yo podría quejarme de eso, pero aun así uno no venia a la escuela a divertirse, en ocasiones pareciese que el objetivo de esta fuera exactamente el contrario-A eso venimos ¿no? a leer, escribir, reflexionar y calcular...-dije citando sus ultimas palabras- Es una escuela después de todo, ¿que esperabas?

Baje la mirada después de eso, pronto tendríamos que despedirnos, probablemente era la primera persona con la que hablaba de esta manera, era un tanto amargo que fuese inminente el despedirnos...

Off: Cierras tú? o cierro yo? o seguimos o como? xD

Por sus palabras podría haber jurado que estaba en algún club o taller ostentoso o raro, pero resultaba que estaba en un error, ninguno le había llamado la atención, me parecía un poco raro, supongo que de tener la oportunidad de estudiar en un lugar como este cualquiera lo haría, no estaba bien de mi parte bombardearlo con preguntas, a cualquiera le resultaba incomodo.

De hecho que no hubiese hecho ninguna pregunta sobre el por que usaba un parche me aliviaba de sobremanera, la mayoría de las personas con las que había llegado a hablar en el pasado era de lo primero que preguntaban, lograban ponerme bastante nerviosa.

Llego el momento en que solo le quedaban dos dulces en la bolsa, entonces me ofreció uno de ellos, lo mire unos momentos, como si quisiera asegurarme que no era una broma o si lo había hecho a regañadientes, costumbre supongo... le sonreí levemente y tome el dulce para ponerlo en mi boca-G-gracias-dije con suavidad.

Di un leve brinquito con el sonido de la campana, me sorprendió. Suspire algo desanimada, dirigiendo la vista hacia la pequeña campana, al final había llegado la hora de despedirnos. Volví la vista al chico, sonrei antes de hacer una leve reverencia-S-supongo que aquí nos separamos-salí de la hilera de asientos hasta el pasillo central del auditorio-F-fue un placer Aizack-san, e-espero verte de nuevo-hice un ademan de despedida con la mano y me dirigí a la puerta.

En el rostro del pelinegro se forma una sonrisa más animada cuando la chica agarra el dulce, aceptando su ofrecimiento, el chico sujeta con las puntas del índice y mayor de su mano libre, llevándose el rojizo caramelo a la boca, imitando a la pequeña chica delante de él. Una vez el dulce estuviera en su boca, el chico agarra con ambas manos la bolsa de plástico y la arruga, metiéndola en su bolsillo con la intención de tirarla luego.
 
A los oídos de Aizack llega el sonido del timbre, causando que por primera vez en todo el tiempo en el que había estado con Summer, su seño se frunciera levemente, en una señal de molestia más que de enojo. Ese sonido que para algunos era alivio y para otros sufrimientos  para él era solamente la triste señal de despedida para él y su nueva amiga. Al escuchar las palabras de la chica el chico asiente con algo de tristeza, moviéndose levemente para dejarle el paso libre a Summer, la cual sale de la fila de asientos, dirigiéndose a la puerta mientras se despedía con la mano, ante lo cual Aizack alza un poco la voz, lo suficiente para que se pudiera escuchar a la distancia a la cual estaban.
 
-¡Adiós Summer-Chan! Cuídate mucho, un placer conocerte…
 
El chico se queda viendo en dirección a la peli azul, hasta que esta se hubiera ido por completo del lugar. Cuando esto pasa, el pelinegro suspira levemente, lo mejor sería entrar a su siguiente clase, estas le aburrían pero hasta él sabía que tenía que asistir a ellas, solo faltaba a las que sabía que tenía el lujo de poder faltas sin llegar a reprobar, solo faltaba que lo echaran de la escuela por las clases normales sin haber terminado su formación como exorcista.
 
Con calma el chico camina entre las dos filas, por aquel pasillo que servía para ese mismo propósito, deteniéndose en el asiento que había estado ocupando antes de la llegada de Summer, desde el cual agarra su mochila, una muy simple de color azul claro con detalles negros, poniéndosela en su espalda. Luego de asegurar su mochila, el chico se agacha metiendo su mano por debajo del asiento, tanteando por unos instantes para luego sacar un objeto alargado cubierto por una funda de cueto. El chico libera un seguro de la parte superior la funda, revelando el negro mango de una espada, su espada, la cual usaba para combatir demonios y que había pertenecido a su madre. Ante la visión del mango el chico da un suspiro algo cansado, borrando aquellas malas memorias de sus pensamientos. Rápidamente cuelga su espada en su espalda, asegurándola con unas correas que tenía unidas. Normalmente la gente le hacía preguntas sobre aquella arma, o lo miraban extraño y hablaban a sus espaldas, aunque en realidad no les prestaba mucha atención.

Luego de asegurarse la espada, el chico camina tranquilo hasta llegar a las puertas del auditorio, abriéndola lentamente y atravesándola, dirigiéndose hacia su siguiente clase.