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Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
2 participantes
Blue Exorcist :: Otros Lugares :: Ciudad :: Centro comercial
Página 1 de 1.
Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
-¿Has visto a ese sujeto?
-Que extrañas ropas…
-¿Sera un adinerado de la India?
Estas, junto a muchas otras preguntas, eran las que se podían escuchar de las bocas de los jóvenes y tan jóvenes que en esa soleada mañana se encontraban paseando por el animado centro comercial. Los chicos miraban intrigados al alto y musculoso hombre, las mujeres lo miraban con admiración e intriga. Los violáceos cabellos del hombre ondeaban lentamente con el viento, mientras que sus pasos resuenan suavemente al chocar sus zapatos contra el pulido suelo.
-(Hace cuando no venía a esta ciudad… Debería visitar a Samael… Siempre es divertido platicar con ese demente…)
Una suave y un poco arrogante sonrisa aparece en el rostro de aquel joven de exótica apariencia. Su distinta y variada joyería dorada brillaba con los rayos del sol, su largo cabello se mecía con cada paso y cada soplo de viento, sus ojos, dos ambarinos orbes que cautivaban a todo aquel que los viera directamente, ya fuera hombre, mujer o niño, se mantenía siempre al frente, fijando toda su atención en las diferentes tiendas que se podía encontrar en aquel largo lugar que o acababa de llamar por completo su atención. Desde hace un tiempo no estaba en el mundo humano, al menos no completamente consiente, la última vez que había visitado el mundo humano en ese cuerpo, todos se sentían asombrados por la introducción del color a la televisión, ahora podía ver en los estantes de tiendas, una gran cantidad de aparatos que superaban esa tecnología por mucho, grandes cajas planas en cuyo interior habían hombres lanzándose pelotas, y grandes objetos cúbicos desde los cuales salían estruendosas voces que molestaban sus tímpanos, más lo soportaba, no podía armar una escena en ese lugar, estaba demasiado cerca del territorio de su hermano, quería evitar causar desastres si había la posibilidad de que él fuera a por su cabeza, no por miedo a su poder, él no tenía miedo de ninguno de sus hermanos, sino porque quería evitar que aquel cuerpo que tanto apreciaba fuera destruido por una confrontación originada de una tontería.
Luego de avanzar por varias tiendas más, finalmente llega a su destino, una amplia zona cuadrada en donde se encontraban, pegados a las paredes, varios establecimientos que ofrecía todo tipo de alimentos. Ante aquella dulce visión, el hombre se relame levemente, ignorando de una vez más las nuevas miradas de intriga y curiosidad que provenían ahora de los comensales del lugar.
Manteniendo aquella expresión jovial y galante, el hombre se acerca hasta uno de los tantos establecimientos, más específicamente, una hamburguesería. La dependienta observa a Simbad levemente embobada, cautivada por la ambarina mirada del hombre, y por aquella sonrisa que parecía esculpida en marfil. El demonio termia tronando un par de veces sus dedos delante del rostro de aquella chica pelirroja, para lograr volver a captar su atención al mundo corpóreo, pidiendo con total tranquilidad, para sorpresa de la joven, no menos de dos docenas de sus más grandes y carnosas hamburguesas. La chica, incrédula, pregunta que si todo aquello era para él, ante lo cual el demonio, dando una sonrisa afilada y cautivante, responde simplemente que sí, para después pagar en efectivo todo lo que iba a consumir, llevándolas en un par de charolas hasta una mesa desocupada cerca de donde estaba, cargando cada bandeja con una mano, con bastante facilidad, como si fueran simples plumas.
-شهية طيبة
Aquel leve susurro, que simplemente significaba buen provecho, resulto inentendible para el par de personas que, sentados cerca de él, pudieron captar, antes de ver como el hombre empezaba a devorar su comida con energías, como si se tratase de un muerto de hambre que no había probado bocado en varios días. En pocos minutos aquella pequeña montaña de hamburguesas desaparece hasta solo quedar un par, aun cubiertas de su papel protector, más el peli violeta se detiene de golpe, habiendo tragado lo que quedaba de la hamburguesa que se estaba comiendo. Muy cerca de él, dentro del centro comercial como mínimo, había podido captarlo, leve, pero latente, el poder de un demonio.
-(Vaya, vaya… No es un golemcito perdido… Ese poder es el de un cruzado…)
El hombre se levanta con un suave y elegante movimiento, agarrando el último par de hamburguesas que había, sujetando ambas con una sola mano, empezando a avanzar por el lugar, sintiendo aquella leve presencia, se preguntaba si el dueño de esa presencia podía sentir la suya, lo dudaba, pero tal vez pudiera. Su caminata era lenta y avanzaba suavemente entre la multitud. La misma gente, de forma casi inconsciente, se apartaba de su camino, evitando siquiera tocar sus blancas y arábicas ropas, tal vez podían sentir la maldad viniendo de su cuerpo, o su instinto de supervivencia más básico los hacia moverse en contra de su voluntad para evita a aquel hombre, un verdadero depredador. Pocos minutos más bastaron, a muy pocos metros de él, podía verla, una niña, una pequeña, de un cabello purpura, un color casi tan curioso como el suyo propio, y de una blanca piel. Solo unos pocos pasos más bastaron para cerrar distancias, permitiéndole acercarse desde atrás, posando su mano de un momento a otro sobre el hombro de la chica, posicionando su rostro del otro lado.
-Hola pequeña… ¿Qué haces por aquí tan sola?
-Que extrañas ropas…
-¿Sera un adinerado de la India?
Estas, junto a muchas otras preguntas, eran las que se podían escuchar de las bocas de los jóvenes y tan jóvenes que en esa soleada mañana se encontraban paseando por el animado centro comercial. Los chicos miraban intrigados al alto y musculoso hombre, las mujeres lo miraban con admiración e intriga. Los violáceos cabellos del hombre ondeaban lentamente con el viento, mientras que sus pasos resuenan suavemente al chocar sus zapatos contra el pulido suelo.
-(Hace cuando no venía a esta ciudad… Debería visitar a Samael… Siempre es divertido platicar con ese demente…)
Una suave y un poco arrogante sonrisa aparece en el rostro de aquel joven de exótica apariencia. Su distinta y variada joyería dorada brillaba con los rayos del sol, su largo cabello se mecía con cada paso y cada soplo de viento, sus ojos, dos ambarinos orbes que cautivaban a todo aquel que los viera directamente, ya fuera hombre, mujer o niño, se mantenía siempre al frente, fijando toda su atención en las diferentes tiendas que se podía encontrar en aquel largo lugar que o acababa de llamar por completo su atención. Desde hace un tiempo no estaba en el mundo humano, al menos no completamente consiente, la última vez que había visitado el mundo humano en ese cuerpo, todos se sentían asombrados por la introducción del color a la televisión, ahora podía ver en los estantes de tiendas, una gran cantidad de aparatos que superaban esa tecnología por mucho, grandes cajas planas en cuyo interior habían hombres lanzándose pelotas, y grandes objetos cúbicos desde los cuales salían estruendosas voces que molestaban sus tímpanos, más lo soportaba, no podía armar una escena en ese lugar, estaba demasiado cerca del territorio de su hermano, quería evitar causar desastres si había la posibilidad de que él fuera a por su cabeza, no por miedo a su poder, él no tenía miedo de ninguno de sus hermanos, sino porque quería evitar que aquel cuerpo que tanto apreciaba fuera destruido por una confrontación originada de una tontería.
Luego de avanzar por varias tiendas más, finalmente llega a su destino, una amplia zona cuadrada en donde se encontraban, pegados a las paredes, varios establecimientos que ofrecía todo tipo de alimentos. Ante aquella dulce visión, el hombre se relame levemente, ignorando de una vez más las nuevas miradas de intriga y curiosidad que provenían ahora de los comensales del lugar.
Manteniendo aquella expresión jovial y galante, el hombre se acerca hasta uno de los tantos establecimientos, más específicamente, una hamburguesería. La dependienta observa a Simbad levemente embobada, cautivada por la ambarina mirada del hombre, y por aquella sonrisa que parecía esculpida en marfil. El demonio termia tronando un par de veces sus dedos delante del rostro de aquella chica pelirroja, para lograr volver a captar su atención al mundo corpóreo, pidiendo con total tranquilidad, para sorpresa de la joven, no menos de dos docenas de sus más grandes y carnosas hamburguesas. La chica, incrédula, pregunta que si todo aquello era para él, ante lo cual el demonio, dando una sonrisa afilada y cautivante, responde simplemente que sí, para después pagar en efectivo todo lo que iba a consumir, llevándolas en un par de charolas hasta una mesa desocupada cerca de donde estaba, cargando cada bandeja con una mano, con bastante facilidad, como si fueran simples plumas.
-شهية طيبة
Aquel leve susurro, que simplemente significaba buen provecho, resulto inentendible para el par de personas que, sentados cerca de él, pudieron captar, antes de ver como el hombre empezaba a devorar su comida con energías, como si se tratase de un muerto de hambre que no había probado bocado en varios días. En pocos minutos aquella pequeña montaña de hamburguesas desaparece hasta solo quedar un par, aun cubiertas de su papel protector, más el peli violeta se detiene de golpe, habiendo tragado lo que quedaba de la hamburguesa que se estaba comiendo. Muy cerca de él, dentro del centro comercial como mínimo, había podido captarlo, leve, pero latente, el poder de un demonio.
-(Vaya, vaya… No es un golemcito perdido… Ese poder es el de un cruzado…)
El hombre se levanta con un suave y elegante movimiento, agarrando el último par de hamburguesas que había, sujetando ambas con una sola mano, empezando a avanzar por el lugar, sintiendo aquella leve presencia, se preguntaba si el dueño de esa presencia podía sentir la suya, lo dudaba, pero tal vez pudiera. Su caminata era lenta y avanzaba suavemente entre la multitud. La misma gente, de forma casi inconsciente, se apartaba de su camino, evitando siquiera tocar sus blancas y arábicas ropas, tal vez podían sentir la maldad viniendo de su cuerpo, o su instinto de supervivencia más básico los hacia moverse en contra de su voluntad para evita a aquel hombre, un verdadero depredador. Pocos minutos más bastaron, a muy pocos metros de él, podía verla, una niña, una pequeña, de un cabello purpura, un color casi tan curioso como el suyo propio, y de una blanca piel. Solo unos pocos pasos más bastaron para cerrar distancias, permitiéndole acercarse desde atrás, posando su mano de un momento a otro sobre el hombro de la chica, posicionando su rostro del otro lado.
-Hola pequeña… ¿Qué haces por aquí tan sola?
Simbad- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 03/07/2013
Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
Era domingo, un hermoso domingo soleado y lo mejor de todo era que lo tenia completamente libre, ninguna tarea, ninguna clase especial, ningún examen acercándose, nada de nada. Mire a la ventana con una firme sonrisa dibujada en el rostro, los rayos del sol se sentían realmente agradables en mi rostro. Me arregle rápidamente pero sin prisas, hoy haría algo que había querido hacer desde que había llegado a este lugar, iría al centro comercial. Nunca había ido a uno y la idea me emocionaba, había visto imágenes en televisión, también en algunas propagandas y se veía simplemente genial. Lo mejor del caso era que como había estado ahorrando, justo ahora tenia un poco más de dinero de lo habitual, iba a ser un buen día seguro.
Tome el transporte, el tren era la forma más rápida y barata de llegar al lugar o al menos tenia esa idea, durante todo el camino fantasee sobre diferentes cosas, tal vez comprara algo, si veía algo que enserio me gustaba y no fuese tan caro en definitiva lo compraría. Me baje en la estación indicada, ahora solo tenia que caminar un poco y llegaría al centro comercial.
Mi expresión cambio por una de sorpresa al pasar por las automáticas puertas de cristal del establecimiento, el lugar era enorme, enorme y muy bonito, tenia letreros, muchísimas tiendas de todo tipo, algunas fuentes, bancas...de todo. A pesar de que estaba lleno de personas no se sentía un ambiente hostigarte o agobiante, supuse que por la amplitud y la altura, ademas de que tenia aire acondicionado, no hacia una pizca de calor. "Bieeen, ¿por donde empiezo?" pensaba entusiasmada mientras pasaba la mirada por todas esas tiendas que tenia ahora frente mio, una de ellas llamo mi atención, ¡era realmente linda! estaba llena de muñecos de felpa, globos, joyería de fantasía y demás cosas variadas y lindas, "Definitivamente, tengo que empezar con esa" pensaba mientras caminaba a paso apresurado hacia aquel local.
Mentiría si dijese que salí rápido de aquel lugar,después de todo tenia el día libre, no tenia nada de malo en que me tomara mi tiempo para juguetear por ahí ¿no? además me estaba entreteniendo muchísimo. Al salir de esa tienda seguí con las otras, después de todo había demasiadas, lo más seguro es que no pudiera verlas todas a detalle, justo por eso solo entraba a aquellas que llamaban mi atención, cabe mencionar que no eran pocas las que lo lograban por lo que antes de darme cuanta, ya llevaba más de una hora paseando, decidí parar a descansar, tomar algo y tal vez también tener un refrigerio.
Termine comprando un refresco solamente y me senté en una de las bancas del lugar, durante unos minutos me dedique únicamente a ver a las personas pasear, todas parecían estar divirtiéndose -Tal vez debí haber invitado a alguien- dije murmurando para mi misma al ver que en su mayoría la gente venia con amigos, por alguna razón los nombres que pasaban por mi cabeza al pensar en "amigos" eran los de Aika y Aizack, eran por mucho a los únicos que me atrevía a llamar de esa forma todavía, pero ¿pensarían ellos en mi como una amiga? suspire, tenia la mala costumbre de amargarme las cosas con pensamientos malos, "Un día, vendré con ellos" pensé como si enserio tuviese el valor de invitar a alguien a cualquier lugar, no, lo haría esta vez por seguro.
Me levante con el animo y las energías renovadas, me quedaba el resto del día para pasear y hacer lo que quisiera, aun cerca de la zona de alimentos me encontré con una tienda peculiar, estaba completamente replete de muñecos de peluche, no tenia otra cosa en su interior más que los afelpados animales, algunos tan enormes que eran incluso más altos que yo y otros tan pequeños que cabían en la palma de mi mano. Me pegue a la vitrina, t-todo era tan lindo adentro, ¡se veían tan suaves y esponjosos!
No se si fue por que estaba distraída, o tal vez simplemente lo había ignorado inconscientemente, siendo sincera no tenia idea de que había pasado, tal vez mantenía mi ojo cubierto demasiado tiempo, daba igual, ni siquiera podia haber supuesto que se me acercaba. Una mano se había posado en mi hombro, provocando consigo un ardor intenso en mi ojo izquierdo, no era una precedencia demoníaca normal, era mucho más poderosa, algo parecida a la del señor Mephisto, pero estaba segura de que no se trataba de él. Me gire bruscamente para encontrarme con un hombre alto y fornido, de penetrantes ojos dorados que me preguntaba que hacia aquí sola...
Lo miraba alterada, sin poder articular una respuesta o siquiera pensar de forma clara-N-nada en especial...- fue lo que atine a decir con nerviosismo-¿Q-quien es usted?-la desconfianza era notoria en mi forma de hablar y de mirarle, tal vez estaba nerviosa por nada, tal vez solo se trataba de un amigo de Mephisto y yo estaba exagerando, sí, eso debía ser...
Tome el transporte, el tren era la forma más rápida y barata de llegar al lugar o al menos tenia esa idea, durante todo el camino fantasee sobre diferentes cosas, tal vez comprara algo, si veía algo que enserio me gustaba y no fuese tan caro en definitiva lo compraría. Me baje en la estación indicada, ahora solo tenia que caminar un poco y llegaría al centro comercial.
Mi expresión cambio por una de sorpresa al pasar por las automáticas puertas de cristal del establecimiento, el lugar era enorme, enorme y muy bonito, tenia letreros, muchísimas tiendas de todo tipo, algunas fuentes, bancas...de todo. A pesar de que estaba lleno de personas no se sentía un ambiente hostigarte o agobiante, supuse que por la amplitud y la altura, ademas de que tenia aire acondicionado, no hacia una pizca de calor. "Bieeen, ¿por donde empiezo?" pensaba entusiasmada mientras pasaba la mirada por todas esas tiendas que tenia ahora frente mio, una de ellas llamo mi atención, ¡era realmente linda! estaba llena de muñecos de felpa, globos, joyería de fantasía y demás cosas variadas y lindas, "Definitivamente, tengo que empezar con esa" pensaba mientras caminaba a paso apresurado hacia aquel local.
Mentiría si dijese que salí rápido de aquel lugar,después de todo tenia el día libre, no tenia nada de malo en que me tomara mi tiempo para juguetear por ahí ¿no? además me estaba entreteniendo muchísimo. Al salir de esa tienda seguí con las otras, después de todo había demasiadas, lo más seguro es que no pudiera verlas todas a detalle, justo por eso solo entraba a aquellas que llamaban mi atención, cabe mencionar que no eran pocas las que lo lograban por lo que antes de darme cuanta, ya llevaba más de una hora paseando, decidí parar a descansar, tomar algo y tal vez también tener un refrigerio.
Termine comprando un refresco solamente y me senté en una de las bancas del lugar, durante unos minutos me dedique únicamente a ver a las personas pasear, todas parecían estar divirtiéndose -Tal vez debí haber invitado a alguien- dije murmurando para mi misma al ver que en su mayoría la gente venia con amigos, por alguna razón los nombres que pasaban por mi cabeza al pensar en "amigos" eran los de Aika y Aizack, eran por mucho a los únicos que me atrevía a llamar de esa forma todavía, pero ¿pensarían ellos en mi como una amiga? suspire, tenia la mala costumbre de amargarme las cosas con pensamientos malos, "Un día, vendré con ellos" pensé como si enserio tuviese el valor de invitar a alguien a cualquier lugar, no, lo haría esta vez por seguro.
Me levante con el animo y las energías renovadas, me quedaba el resto del día para pasear y hacer lo que quisiera, aun cerca de la zona de alimentos me encontré con una tienda peculiar, estaba completamente replete de muñecos de peluche, no tenia otra cosa en su interior más que los afelpados animales, algunos tan enormes que eran incluso más altos que yo y otros tan pequeños que cabían en la palma de mi mano. Me pegue a la vitrina, t-todo era tan lindo adentro, ¡se veían tan suaves y esponjosos!
No se si fue por que estaba distraída, o tal vez simplemente lo había ignorado inconscientemente, siendo sincera no tenia idea de que había pasado, tal vez mantenía mi ojo cubierto demasiado tiempo, daba igual, ni siquiera podia haber supuesto que se me acercaba. Una mano se había posado en mi hombro, provocando consigo un ardor intenso en mi ojo izquierdo, no era una precedencia demoníaca normal, era mucho más poderosa, algo parecida a la del señor Mephisto, pero estaba segura de que no se trataba de él. Me gire bruscamente para encontrarme con un hombre alto y fornido, de penetrantes ojos dorados que me preguntaba que hacia aquí sola...
Lo miraba alterada, sin poder articular una respuesta o siquiera pensar de forma clara-N-nada en especial...- fue lo que atine a decir con nerviosismo-¿Q-quien es usted?-la desconfianza era notoria en mi forma de hablar y de mirarle, tal vez estaba nerviosa por nada, tal vez solo se trataba de un amigo de Mephisto y yo estaba exagerando, sí, eso debía ser...
Summer Wayland- Exorcista Exwire
- Mensajes : 221
Fecha de inscripción : 19/02/2013
Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
Si…. No se había equivocado para nada, podía sentir aquel aroma tan característico de los demonios en la chica, aunque era muy leve, le resultaba difícil de creer que hubiera podido percibido desde tal distancia. ¿Acaso la chica ocultaba su poder? Era algo como eso, el demonio lo presentía, pero no era exactamente ocultarlo, era más bien… ¿Suprimirlo?
Simbad retira su mano del hombro de la chica, para apoyarla contra la pared detrás de la chica, aquella vitrina de cristal desde el cual se podía apreciar del otro lado una gran cantidad de peluches y cosas parecidas, del lado contrario de la chica había un pilar de cemento que servía de base para la infraestructura, de esta forma, la tenía acorralada.
El hombre observaba a la chica con una expresión tranquila, analizándola con la mirada mientras acercaba su rostro al de la chica, acorralándola cada vez más, manteniendo los ojos fijos en el rostro de la pequeña exorcista. Cuando casi había cortado por completo la distancia entre ellos, empieza a olfatear la cara de la joven, notando que ahí era en donde sentía más la esencia demoniaca, notando rápidamente un punto en específico.
-Oohh… Así que es eso… Ese parche…
El hombre fija su vista en el parche de la muchacha, usando su mano libre para apartar suavemente los morados mechones de cabello, pertenecientes a la chica, que cubrían esa zona en específica, para después acercar lentamente su mano hacia el parche de la chica, como si tuviera la intención de quitárselo, como si quisiese liberar en ese mismo lugar, frente a todas aquellas personas, el poder demoniaco de la muchacha, como si quisiera que todos pudieran ver la verdadera forma de Summer, revelarla ante la humanidad.
-Ah, disculpa mis modales, mi nombre es Simbad…
El hombre se separa de golpe, liberando del opresivo acorralamiento a la pequeña exorcista, mientras le regalaba una suave sonrisa amable, extendiéndole la mano para poder estrechársela, casi como si todo lo anterior no hubiera pasado y se acabaran de conocer y presentar mutuamente. A pesar de la amable sonrisa, los ojos del hombre se notaban afilados y astutos, pareciesen capaces de leer el corazón de una persona y ver sus pensamientos.
-Más para ti debe ser más conocido el nombre de Astaroth…
Simbad retira su mano del hombro de la chica, para apoyarla contra la pared detrás de la chica, aquella vitrina de cristal desde el cual se podía apreciar del otro lado una gran cantidad de peluches y cosas parecidas, del lado contrario de la chica había un pilar de cemento que servía de base para la infraestructura, de esta forma, la tenía acorralada.
El hombre observaba a la chica con una expresión tranquila, analizándola con la mirada mientras acercaba su rostro al de la chica, acorralándola cada vez más, manteniendo los ojos fijos en el rostro de la pequeña exorcista. Cuando casi había cortado por completo la distancia entre ellos, empieza a olfatear la cara de la joven, notando que ahí era en donde sentía más la esencia demoniaca, notando rápidamente un punto en específico.
-Oohh… Así que es eso… Ese parche…
El hombre fija su vista en el parche de la muchacha, usando su mano libre para apartar suavemente los morados mechones de cabello, pertenecientes a la chica, que cubrían esa zona en específica, para después acercar lentamente su mano hacia el parche de la chica, como si tuviera la intención de quitárselo, como si quisiese liberar en ese mismo lugar, frente a todas aquellas personas, el poder demoniaco de la muchacha, como si quisiera que todos pudieran ver la verdadera forma de Summer, revelarla ante la humanidad.
-Ah, disculpa mis modales, mi nombre es Simbad…
El hombre se separa de golpe, liberando del opresivo acorralamiento a la pequeña exorcista, mientras le regalaba una suave sonrisa amable, extendiéndole la mano para poder estrechársela, casi como si todo lo anterior no hubiera pasado y se acabaran de conocer y presentar mutuamente. A pesar de la amable sonrisa, los ojos del hombre se notaban afilados y astutos, pareciesen capaces de leer el corazón de una persona y ver sus pensamientos.
-Más para ti debe ser más conocido el nombre de Astaroth…
Simbad- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 03/07/2013
Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
No respondió a mi pregunta, en su lugar quito su mano de mi hombro para ponerlo en la pared, estaba acorralada, ¿por qué? ¿qué pretendía? las rodillas me temblaban, amenazaban con fallarme en cualquier momento, aun así seguía con mis inútiles intentos de "calmarme" pero estos parecían alterarme más... Empezaba a desesperarme enserio, ¿q-qué podría querer conmigo un demonio de su categoría? S-solo era una exwire...ni siquiera llegaba a ser lo que uno llama "sobresaliente" ¿o tal vez era por el hecho de ser una mestiza? No, había muchos más como yo...¡Ah, no logro pensar! Sentía su dorada y penetrante mirada sobre mi, de poco en poco acercaba su rostro al mio, por reflejo trate de dar un paso hacia atrás para mantener distancia, claro que me fue imposible. ¿Por qué nadie ayudaba? ¿N-no lo notaban? ¿También les asustaba? Tenia su rostro a casi nada del mio cuando empezó a olfatear... No podia ni moverme, estaba apanicada ¿Qué quería? ¿Por que me olía de esa forma? Su voz me hizo dar un leve respingo.
Al sentir el roce de sus dedos quitando los mechones de cabello que caían sobre mi ojo izquierdo, una vez más trate de retroceder, siendo imposible solo lograba sacudirme un poco al encontrarme con aquella vitrina a mis espaldas. Sentía los ojos algo llorosos, más sin soltar ninguna lagrima-D-deténgase por favor- Ni siquiera estaba segura si había pronunciado aquellas palabras en un susurro inaudible o solo habían sido un pensamiento. "Alguien..." si me quitaba el parche en este momento no me controlaría, ni siquiera podría, el simple hecho de su presencia lo haría imposible, además no estaba en condiciones de controlarme... en lo absoluto. Cerré los ojos con fuerza, creo que temblaba un poco...
Al oírlo presentarse abrí los ojos de golpe, se había separado, ahora solo me sonreía de forma amable y tenida su mano, aun si lo hubiese querido no hubiese podido reaccionar de inmediato, aun trataba de asimilar lo que acababa de pasar. Hablo una vez más, cambiando "Simbad" el primer nombre que me dio por uno mucho más temible, Astaroth.
Entonces tenia frente mio, a menos de dos metro de distancia a uno de los 8 reyes. "Enfrentarse a uno de los reyes de Gehenna se podría considerar suicidio..." las palabras de mi profesor resonaron en mi mente. No respondí al saludo, ni estreche su mano-¿Q-qué quiere?-me limitaba a mirarlo con desconfianza...
Al sentir el roce de sus dedos quitando los mechones de cabello que caían sobre mi ojo izquierdo, una vez más trate de retroceder, siendo imposible solo lograba sacudirme un poco al encontrarme con aquella vitrina a mis espaldas. Sentía los ojos algo llorosos, más sin soltar ninguna lagrima-D-deténgase por favor- Ni siquiera estaba segura si había pronunciado aquellas palabras en un susurro inaudible o solo habían sido un pensamiento. "Alguien..." si me quitaba el parche en este momento no me controlaría, ni siquiera podría, el simple hecho de su presencia lo haría imposible, además no estaba en condiciones de controlarme... en lo absoluto. Cerré los ojos con fuerza, creo que temblaba un poco...
Al oírlo presentarse abrí los ojos de golpe, se había separado, ahora solo me sonreía de forma amable y tenida su mano, aun si lo hubiese querido no hubiese podido reaccionar de inmediato, aun trataba de asimilar lo que acababa de pasar. Hablo una vez más, cambiando "Simbad" el primer nombre que me dio por uno mucho más temible, Astaroth.
Entonces tenia frente mio, a menos de dos metro de distancia a uno de los 8 reyes. "Enfrentarse a uno de los reyes de Gehenna se podría considerar suicidio..." las palabras de mi profesor resonaron en mi mente. No respondí al saludo, ni estreche su mano-¿Q-qué quiere?-me limitaba a mirarlo con desconfianza...
Summer Wayland- Exorcista Exwire
- Mensajes : 221
Fecha de inscripción : 19/02/2013
Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
El hombre le regala una sonrisa aun calmada, al escuchar sus palabras, bajando su mano sin mucho interés, no le extrañaba que la chica lo observara con aquella desconfianza, después de todo casi todos los cruzados eran más apegados a su parte humana que a su parte demoniaca, muy normal, estos crecían en el mundo humano y se criaban como ellos, por lo cual a pesar de tener raíces de demonio, los repudiaban y temían.
El hombre vuelve a alzar su mano, pero esta vez para pasarla tranquila y desinteresadamente por su nuca, para posteriormente dar un rápido movimiento con su mano y mover su larga cabellera con fuerza hacia su derecha, permitiendo que momentáneamente este se ondeara libre con el viento, dándole una imagen galante y hasta cierto punto elegante y de noble.
-No me mires así pequeña… Podría existir la posibilidad que tu padre o madre sean conocidos míos, deja la desconfianza a parte…
El hombre tranquilamente se cruza de brazos observándola y separándose de un poco, dándole más espacio a la joven mientras mantenía su vista fija en la pequeña niña, sus ojos seguían mostrando ese aspecto afilado y astuto, mientras escudriñaba todo el ser de la chica, tanto lo que se podía captar a simple vista, como lo que solo un demonio podía ver y/o sentir.
-Yo ya me presente… ¿Cuál es tu nombre pequeña? ¿Y porque mantienes esa forma? ¿No te resulta incómodo el estar atada de esa forma a un cuerpo humano tan pequeño?
El hombre preguntaba esto mientras su expresión cambiaba a una curiosa y su sonrisa se borraba, causando que sus facciones solo mostraran una simple y tranquila curiosidad y duda ante lo que para él era un enigma, no había conocido a muchos semi demonios, pero los que haba visto siempre preferían usar esa forma tan débil y patética, ¿Por qué gustaban de reprimir su verdadero poder en esos débiles contenedores? Tan siquiera el suyo era el de un hombre especial, poderoso en vida, el cual le permitía usar más poder que él de un cuerpo normal.
El hombre vuelve a alzar su mano, pero esta vez para pasarla tranquila y desinteresadamente por su nuca, para posteriormente dar un rápido movimiento con su mano y mover su larga cabellera con fuerza hacia su derecha, permitiendo que momentáneamente este se ondeara libre con el viento, dándole una imagen galante y hasta cierto punto elegante y de noble.
-No me mires así pequeña… Podría existir la posibilidad que tu padre o madre sean conocidos míos, deja la desconfianza a parte…
El hombre tranquilamente se cruza de brazos observándola y separándose de un poco, dándole más espacio a la joven mientras mantenía su vista fija en la pequeña niña, sus ojos seguían mostrando ese aspecto afilado y astuto, mientras escudriñaba todo el ser de la chica, tanto lo que se podía captar a simple vista, como lo que solo un demonio podía ver y/o sentir.
-Yo ya me presente… ¿Cuál es tu nombre pequeña? ¿Y porque mantienes esa forma? ¿No te resulta incómodo el estar atada de esa forma a un cuerpo humano tan pequeño?
El hombre preguntaba esto mientras su expresión cambiaba a una curiosa y su sonrisa se borraba, causando que sus facciones solo mostraran una simple y tranquila curiosidad y duda ante lo que para él era un enigma, no había conocido a muchos semi demonios, pero los que haba visto siempre preferían usar esa forma tan débil y patética, ¿Por qué gustaban de reprimir su verdadero poder en esos débiles contenedores? Tan siquiera el suyo era el de un hombre especial, poderoso en vida, el cual le permitía usar más poder que él de un cuerpo normal.
Simbad- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 03/07/2013
Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
Observaba cada pequeño movimiento que hacia, sí, estaba algo paranoica, pero no podia evitarlo, estaba enserio nerviosa. Tal vez si hubiese respetado mi espacio personal, estaría más calmada, después de todo sabia de por más que no todos los demonios eran malvados ni tenían malas intenciones, t-tal vez lo estaba juzgando mal, d-después de todo, los demonios suelen comportarse raro pues venimos, literalmente, de mundos diferentes. Me empece a apenar un poco por mis reacciones, aun así todavía no bajaba la guardia. Lo miraba aun sin confianza alguna, pero había logrado que mis rodillas dejaran de tambalearse.
Deje de prestarle atención a sus actos tras aquellas palabras, ¿Mis...padres? los sentimientos que desencadenaban esas personas en mi eran varios, enojo, tristeza, dudas, confusión... Aunque por otro lado, tampoco sabia si sentía siquiera algo por ellos, después de todo no los conocía, ni siquiera tenia idea de como eran, si seguían con vida, ni tampoco el por que me habían dejado... aun cuando siempre asumí que era por como era, no podia asegurarlo. Pero ahora él...¿Él podría conocerlos?
Su voz me saco de la nube de pensamientos que unas cuantas sencillas palabras habían generado, lo mire algo más calmada-Summer Wayland...-dije suavemente en un tono algo serio, no entendía del todo las otras dos preguntas en un principio, después de unos segundos el color rojo coloreo por completo mi rostro-¡T-todavía puedo crecer más! A-aun no soy una adulta, e-es normal que no sea tan alta...- dije en un tono un tanto de puchero y termine mirando al suelo, supongo que me veía aun más pequeña para un hombre de su altura y complexión... pero ¡iba a crecer! ¡enserio lo haría! o al menos eso esperaba...
Pero...cierto, tenia que preguntarle- D-disculpe, dijo...dijo que podría conocer a mis padres ¡¿E-es cierto?! ¡¿Los conoce?!- pregunte con angustia en la mirada, ni siquiera sabia por que me era importante saberlo, pero aun así...
Deje de prestarle atención a sus actos tras aquellas palabras, ¿Mis...padres? los sentimientos que desencadenaban esas personas en mi eran varios, enojo, tristeza, dudas, confusión... Aunque por otro lado, tampoco sabia si sentía siquiera algo por ellos, después de todo no los conocía, ni siquiera tenia idea de como eran, si seguían con vida, ni tampoco el por que me habían dejado... aun cuando siempre asumí que era por como era, no podia asegurarlo. Pero ahora él...¿Él podría conocerlos?
Su voz me saco de la nube de pensamientos que unas cuantas sencillas palabras habían generado, lo mire algo más calmada-Summer Wayland...-dije suavemente en un tono algo serio, no entendía del todo las otras dos preguntas en un principio, después de unos segundos el color rojo coloreo por completo mi rostro-¡T-todavía puedo crecer más! A-aun no soy una adulta, e-es normal que no sea tan alta...- dije en un tono un tanto de puchero y termine mirando al suelo, supongo que me veía aun más pequeña para un hombre de su altura y complexión... pero ¡iba a crecer! ¡enserio lo haría! o al menos eso esperaba...
Pero...cierto, tenia que preguntarle- D-disculpe, dijo...dijo que podría conocer a mis padres ¡¿E-es cierto?! ¡¿Los conoce?!- pregunte con angustia en la mirada, ni siquiera sabia por que me era importante saberlo, pero aun así...
Summer Wayland- Exorcista Exwire
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Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
El hombre de violáceo cabello abre los ojos con leve impresión. Con sus agudos y sobrenaturales instintos, afilados y mejorados con el paso de los siglos, había podido sentir el raro cambio de emociones en la chica del parche. Confusión… enojo… tristeza… Era una rara gama de emociones repentinas para lo que antes había sido, según sus propios instintos, incertidumbre y miedo, todo por haber comenzado que él podía ser un conocido de sus padres… Pero había una explicación muy lógica y que rápidamente había llegado a la mente de Simbad, algo que podía dar a entender el por qué esa muestra de emociones.
-(Tal vez… ¿Ella fue abandonada?)
Su curiosidad rápidamente es borrada al ver como aquella pequeña muchacha hace ese tan tierno berrinche, el cual causa que el hombre soltara una fuerte carcajada, de lo más animada, no esperaba aquella reacción tan infantil y tierna de la chica, ya que él no se refería a su estatura cuando había hablado del pequeño cuerpo de Summer, bueno, lo había hecho de forma inconsciente, mas no con aquella intención. Con calma se descruza de brazos para poner sus manos en sus costados, riendo aun suavemente por aquella cómica escena, al menos desde su perspectiva, más al escuchar la última interrogante de la chica, el hombre la observa con una expresión algo sorprendida y profunda, fijando sus dorados ojos en el rostro de la chica, observándola con algo de… ¿Lastima? No, no era eso, era más bien compasión, su primera impresión había sido cierta, ella no conocía a sus padres…
-Lo lamento pequeña… Existe la posibilidad de que los conozca… ¿Pero poderte decir con seguridad quiénes son? Te estaría mintiendo…
El hombre se vuelve a enderezar sin apartar su dorada y penetrante mirada de Summer, observándola con detenimiento, casi se podía sentir que el fuera un depredador y la muchacha su desafortunada presa, más de un momento a otro la mirada del joven cambia, a una más amable, una compasiva y tranquila, una vez más, el hombre levanta su mano hacia el rostro de Summer, en un movimiento suave y lento, apartando de nuevo, con cierta gentileza, el cabello sobre su parche, admirándolo con una expresión calmada y relajada. Con cierto descaro, el hombre mueve su mano de posición, abandonando los oscuros cabellos de la chica y deslizar suavemente su dedo índice por el contorno del rostro de la joven, en una suave caricia, para despues decir con una voz suave y un tanto compasiva.
-¿No los conociste… Verdad?
-(Tal vez… ¿Ella fue abandonada?)
Su curiosidad rápidamente es borrada al ver como aquella pequeña muchacha hace ese tan tierno berrinche, el cual causa que el hombre soltara una fuerte carcajada, de lo más animada, no esperaba aquella reacción tan infantil y tierna de la chica, ya que él no se refería a su estatura cuando había hablado del pequeño cuerpo de Summer, bueno, lo había hecho de forma inconsciente, mas no con aquella intención. Con calma se descruza de brazos para poner sus manos en sus costados, riendo aun suavemente por aquella cómica escena, al menos desde su perspectiva, más al escuchar la última interrogante de la chica, el hombre la observa con una expresión algo sorprendida y profunda, fijando sus dorados ojos en el rostro de la chica, observándola con algo de… ¿Lastima? No, no era eso, era más bien compasión, su primera impresión había sido cierta, ella no conocía a sus padres…
-Lo lamento pequeña… Existe la posibilidad de que los conozca… ¿Pero poderte decir con seguridad quiénes son? Te estaría mintiendo…
El hombre se vuelve a enderezar sin apartar su dorada y penetrante mirada de Summer, observándola con detenimiento, casi se podía sentir que el fuera un depredador y la muchacha su desafortunada presa, más de un momento a otro la mirada del joven cambia, a una más amable, una compasiva y tranquila, una vez más, el hombre levanta su mano hacia el rostro de Summer, en un movimiento suave y lento, apartando de nuevo, con cierta gentileza, el cabello sobre su parche, admirándolo con una expresión calmada y relajada. Con cierto descaro, el hombre mueve su mano de posición, abandonando los oscuros cabellos de la chica y deslizar suavemente su dedo índice por el contorno del rostro de la joven, en una suave caricia, para despues decir con una voz suave y un tanto compasiva.
-¿No los conociste… Verdad?
Simbad- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 03/07/2013
Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
Sonreí con sus palabras, no tenia razón para hacerlo, tampoco era una sonrisa que expresara felicidad, era más una sonrisa que transmitía cualquier cosa excepto felicidad. Agradecía infinitamente que fuese sincero y no me mintiera, tal vez había sido tonto de mi parte preguntar algo así, me había dejado llevar por el momento, eso era todo, debía procurar que no volviese a pasar. No me sorprendió en lo absoluto su pregunta,después de mi reacción era algo más que obvio, aun si no le diese respuesta estaba segura de que él lo sabría de por más, por otro lado, sus acciones al formular la pregunta hacían que me tensara un poco de nuevo, mi usual sonrojo se hizo presente, p-parecía que no podia moverse sin ponerme nerviosa, trate de calmarme, no quería hacerle otra "escenita". Asentí, respondiendo entonces su pregunta y confirmando que no era más que una huérfana que seguiría estancada en aquel orfanato de no ser por la beca. Le debía mucho más de lo que creía a la academia.
Apreté los puños un poco, casi como si me forzara para sacar las palabras de mi boca -No tengo ni la más mínima idea de quienes son- Dije de forma un tanto fría, retirando la mirada hacia un lado-A-aun así muchas gracias- me sentía mucho más tranquila ahora, c-creo que era obvio que no tenia intenciones de hacerme daño, ni de causar un alboroto o desastre, lo había juzgado mal por la primera impresión.
Justo ahora me sentía mal, sentía que debía disculparme por mi comportamiento, enserio me apenaba la forma en que me había comportado hace apenas unos momentos, no había sido correcto, suspire sin ser capaz de sostenerle la mirada-D-disculpe mi comportamiento de hace un momento, m-me deje llevar por los nervios, n-no era mi intención...-Dije con tono bajo y un tanto avergonzado.
Apreté los puños un poco, casi como si me forzara para sacar las palabras de mi boca -No tengo ni la más mínima idea de quienes son- Dije de forma un tanto fría, retirando la mirada hacia un lado-A-aun así muchas gracias- me sentía mucho más tranquila ahora, c-creo que era obvio que no tenia intenciones de hacerme daño, ni de causar un alboroto o desastre, lo había juzgado mal por la primera impresión.
Justo ahora me sentía mal, sentía que debía disculparme por mi comportamiento, enserio me apenaba la forma en que me había comportado hace apenas unos momentos, no había sido correcto, suspire sin ser capaz de sostenerle la mirada-D-disculpe mi comportamiento de hace un momento, m-me deje llevar por los nervios, n-no era mi intención...-Dije con tono bajo y un tanto avergonzado.
Summer Wayland- Exorcista Exwire
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Fecha de inscripción : 19/02/2013
Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
El hombre escucha las palabras de la chica con calma, como casi siempre, sus suposiciones habían resultado ser correctas, la chica no había llegado a conocer jamás a sus padres, muy seguramente había tenido que crecer en alguno de esos lugares donde mandaban a los chicos que se encontraban en las mismas condiciones, ¿Cómo los llamaban? Orfanatos, si eso era, al menos si la memoria del demonio no le fallaba. Simbad recordaba que en el tiempo que había obtenido aquel cuerpo, a los niños sin padre normalmente se les vendía como esclavos, o crecían como ratas callejeras y ladrones, o inclusive asesinos, la civilización había avanzado mucho sin duda alguna, al menos en lo que se refería al cuidado de sus infantes.
-Tranquila pequeña… No hay nada que agradecer…
El hombre seguía de brazos cruzados mientras decía esto, la compasión se había borrado de su mirada para ser remplazada solo por la expectación, la cual dirigía a cada una de las palabras de la joven del parche, más al escuchar sobre que se había dejado llevar por el nerviosismo, el hombre sonríe de una forma divertida, a la vez que volvía a poner su mano junto a Summer, acorralándola una vez más entre el, la vitrina y el pilar. Con un rápido movimiento el hombre vuelve a deslizar suavemente su dedo índice, de la mano libre, sobre el pequeño y dulce rostro de la chica. Su rostro estaba peligrosamente cerca del de la semi demonio, apenas un par de centímetros separaban sus frentes. La sonrisa del hombre mostraba malicia, mas también picardía y diversión, la cual se mantiene aun cuando el hombre empieza a hablar con su suave pero profunda voz, que muchas otras en el pasado habían catalogado como seductora.
-Si… Me han dicho que poseo ese efecto en las mujeres… El de ponerlas nerviosas…
El hombre sigue deslizando su dedo por el rostro de Summer, para después hacerlo retroceder y mover suavemente el cabello de la chica, acariciando tanto su rostro como su nuca y oído, sin dejar de fijar su vista en ella un solo segundo. La gente seguía pasando a sus espaldas sin prestar atención a tan rara y alarmante escena, ni pareciese que se dieran cuenta, pero en realidad eso mismo era, la gente no podía notar ni a la joven ni al demonio, el motivo de aquello era incierto ¿Podría ser parte del poder del demonio? ¿Alguna de sus artimañas? Quien sabia, lo único cierto es que nadie auxiliaría a la joven de las intrépidas y descaradas acciones del demoniaco ser.
El hombre mantenía aun su rostro casi pegado al de la chica, sin borrar aquella suave y maliciosa sonrisa, mas con tranquilidad se vuelve a apartar, dejando de invadir el espacio vital de la muchacha, observando con una sonrisa tranquila y mirada relajada cualquiera que hubiese sido la reacción de la joven, en si el demonio no había hecho eso para avergonzarla ni para seducirla, solo había sido un acción realizada por un simple y natural impulso en el hombre.
-Ahora bien… Quiero preguntarte algo, y espero que me respondas con sinceridad, odio las mentiras…
El hombre seguía con la misma actitud relajada y amable, más en sus palabras se podía notar u agra autoridad y nobleza, como si por el simple hecho de ser pronunciadas por ese hombre las volvieran alguna clase de ley o alguna amenaza que no dejase más opción que ser aceptada y cumplida. Simbad inclina levemente su cabeza a un lado, analizando aun a la chica, aquella esencia demoniaca era débil en ella, su poder estaba completamente suprimido, ahora poda darse cuenta, y esa supresión provenía del parche que la chica portaba. No lo llegaba a entender ¿Por qué los semi-demonios tendían a ocultar su poder? ¿Por qué no lo liberaban y se hacían de posición, autoridad y riquezas? El mismo lo había hecho en su primera visita al mundo humano, no podía entender por qué aquellos hijos del Gehena no hacían lo mismo.
-¿Por qué ocultas así tu fuerza? ¿Por qué no dejas que tu poder fluya a libertad?
La voz del hombre sonaba como siempre tranquila, mas con aquel aire de duda e interrogación propias de una pregunta. Él lo que quería era escuchar de la propia boca de la chica el porqué de tan, desde su perspectiva, incoherente acción y precaución. Sus brazos volvían a estar cruzados a la altura de su pecho y su cuerpo lucia inclusive más grande al estar frente al pequeño y esbelto cuerpo de la peli morada. Su mirada una vez más busca a la de la joven, expresando tranquilidad más autoridad a través de su mirar.
-Tranquila pequeña… No hay nada que agradecer…
El hombre seguía de brazos cruzados mientras decía esto, la compasión se había borrado de su mirada para ser remplazada solo por la expectación, la cual dirigía a cada una de las palabras de la joven del parche, más al escuchar sobre que se había dejado llevar por el nerviosismo, el hombre sonríe de una forma divertida, a la vez que volvía a poner su mano junto a Summer, acorralándola una vez más entre el, la vitrina y el pilar. Con un rápido movimiento el hombre vuelve a deslizar suavemente su dedo índice, de la mano libre, sobre el pequeño y dulce rostro de la chica. Su rostro estaba peligrosamente cerca del de la semi demonio, apenas un par de centímetros separaban sus frentes. La sonrisa del hombre mostraba malicia, mas también picardía y diversión, la cual se mantiene aun cuando el hombre empieza a hablar con su suave pero profunda voz, que muchas otras en el pasado habían catalogado como seductora.
-Si… Me han dicho que poseo ese efecto en las mujeres… El de ponerlas nerviosas…
El hombre sigue deslizando su dedo por el rostro de Summer, para después hacerlo retroceder y mover suavemente el cabello de la chica, acariciando tanto su rostro como su nuca y oído, sin dejar de fijar su vista en ella un solo segundo. La gente seguía pasando a sus espaldas sin prestar atención a tan rara y alarmante escena, ni pareciese que se dieran cuenta, pero en realidad eso mismo era, la gente no podía notar ni a la joven ni al demonio, el motivo de aquello era incierto ¿Podría ser parte del poder del demonio? ¿Alguna de sus artimañas? Quien sabia, lo único cierto es que nadie auxiliaría a la joven de las intrépidas y descaradas acciones del demoniaco ser.
El hombre mantenía aun su rostro casi pegado al de la chica, sin borrar aquella suave y maliciosa sonrisa, mas con tranquilidad se vuelve a apartar, dejando de invadir el espacio vital de la muchacha, observando con una sonrisa tranquila y mirada relajada cualquiera que hubiese sido la reacción de la joven, en si el demonio no había hecho eso para avergonzarla ni para seducirla, solo había sido un acción realizada por un simple y natural impulso en el hombre.
-Ahora bien… Quiero preguntarte algo, y espero que me respondas con sinceridad, odio las mentiras…
El hombre seguía con la misma actitud relajada y amable, más en sus palabras se podía notar u agra autoridad y nobleza, como si por el simple hecho de ser pronunciadas por ese hombre las volvieran alguna clase de ley o alguna amenaza que no dejase más opción que ser aceptada y cumplida. Simbad inclina levemente su cabeza a un lado, analizando aun a la chica, aquella esencia demoniaca era débil en ella, su poder estaba completamente suprimido, ahora poda darse cuenta, y esa supresión provenía del parche que la chica portaba. No lo llegaba a entender ¿Por qué los semi-demonios tendían a ocultar su poder? ¿Por qué no lo liberaban y se hacían de posición, autoridad y riquezas? El mismo lo había hecho en su primera visita al mundo humano, no podía entender por qué aquellos hijos del Gehena no hacían lo mismo.
-¿Por qué ocultas así tu fuerza? ¿Por qué no dejas que tu poder fluya a libertad?
La voz del hombre sonaba como siempre tranquila, mas con aquel aire de duda e interrogación propias de una pregunta. Él lo que quería era escuchar de la propia boca de la chica el porqué de tan, desde su perspectiva, incoherente acción y precaución. Sus brazos volvían a estar cruzados a la altura de su pecho y su cuerpo lucia inclusive más grande al estar frente al pequeño y esbelto cuerpo de la peli morada. Su mirada una vez más busca a la de la joven, expresando tranquilidad más autoridad a través de su mirar.
Simbad- Mensajes : 29
Fecha de inscripción : 03/07/2013
Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
Y en un abrir y cerrar de ojos me tenia acorralada de nuevo, con su rostro extremadamente cerca del mio, violando una vez más mi preciado espacio personal ¿¡Q-qué le pasaba por la cabeza!? estaba nerviosa y alterada, ni siquiera podia pensar del todo bien, mi rostro se teñía de rojo a una velocidad impresionante, y empeoro notablemente cuando paso su dedo por mi cara. El hecho de que me fuese imposible alejarme en ese momento solo lograba cierto sentimiento de desesperación, pues por una parte, no quería volver a armar un escena, no cuando acababa de disculparme por ello, pero tampoco quería que se acercara un milímetro más.
Tratando de responder a sus palabras balbuce un poco antes de poder articular una oración entendible-¡N-no ese tipo de nervios!-le grite claramente alterada, fue cuando note algo raro, las personas ni siquiera volteaban hacia donde estábamos, ni siquiera cuando grite, ni aunque la escena que estábamos teniendo fuese tan...tan extraña ¿No lo veían? No pude pensar durante más tiempo en eso cuando empezó no solo a tocar mi cara, sentí un desagradable escalofrió de aquellos que hacen a los gatos erizarse, aunque literalmente, podia sentir mi cola erizarse por completo, aun estando oculta.
Pareció eterno el tiempo que paso hasta que, de una vez por todas, se separo devolviendome mi espacio vital, trate de calmarme, en definitiva no podría tener una conversación civilizada con él si continuaba con eso.
Su pregunta me confundió bastante en primera instancia, no por que no supiese la respuesta, si no por que me preguntaba que motivo le movía a preguntar eso,curiosidad, supuse en primera instancia, pues era lo más lógico. Lo mire con seriedad, bastante calmada en comparación de hacia unos momentos.
-No quiero lastimar a nadie-Dije de forma firme, no tenia duda alguna-No quiero...-murmure al final bajando la mirada. Era, para empezar, la razón principal de que estuviese aquí, para poder controlar por completo ese lado mio, para dejar de ser un riesgo para la gente que se encontraba a mi alrededor, para que no fuese un "monstruo" para nadie...-Le debo mucho a alguien, n-no quiero defraudarle- hable aun sin subir la mirada.
Los recuerdos de Samantha parecían estar lejanos, casi como si nunca hubiesen pasado. Pasaban lentamente por mi cabeza, uno por uno siempre acabando ese día en el que no se levanto nunca más. Pero justo ahora, en el poco tiempo que llevaba en este lugar, había logrado recuerdos aun más felices, justo por eso, no podia defraudar a nadie. Les debía demasiado, logre levantar la mirada hacia él de nuevo y señale con mi mano el parche que cubría mi ojo-No usare esto cuando logre controlarme por completo-sonrei, casi como si me enorgulleciera lo que acaba de decir, y en parte lo hacia.
Tratando de responder a sus palabras balbuce un poco antes de poder articular una oración entendible-¡N-no ese tipo de nervios!-le grite claramente alterada, fue cuando note algo raro, las personas ni siquiera volteaban hacia donde estábamos, ni siquiera cuando grite, ni aunque la escena que estábamos teniendo fuese tan...tan extraña ¿No lo veían? No pude pensar durante más tiempo en eso cuando empezó no solo a tocar mi cara, sentí un desagradable escalofrió de aquellos que hacen a los gatos erizarse, aunque literalmente, podia sentir mi cola erizarse por completo, aun estando oculta.
Pareció eterno el tiempo que paso hasta que, de una vez por todas, se separo devolviendome mi espacio vital, trate de calmarme, en definitiva no podría tener una conversación civilizada con él si continuaba con eso.
Su pregunta me confundió bastante en primera instancia, no por que no supiese la respuesta, si no por que me preguntaba que motivo le movía a preguntar eso,curiosidad, supuse en primera instancia, pues era lo más lógico. Lo mire con seriedad, bastante calmada en comparación de hacia unos momentos.
-No quiero lastimar a nadie-Dije de forma firme, no tenia duda alguna-No quiero...-murmure al final bajando la mirada. Era, para empezar, la razón principal de que estuviese aquí, para poder controlar por completo ese lado mio, para dejar de ser un riesgo para la gente que se encontraba a mi alrededor, para que no fuese un "monstruo" para nadie...-Le debo mucho a alguien, n-no quiero defraudarle- hable aun sin subir la mirada.
Los recuerdos de Samantha parecían estar lejanos, casi como si nunca hubiesen pasado. Pasaban lentamente por mi cabeza, uno por uno siempre acabando ese día en el que no se levanto nunca más. Pero justo ahora, en el poco tiempo que llevaba en este lugar, había logrado recuerdos aun más felices, justo por eso, no podia defraudar a nadie. Les debía demasiado, logre levantar la mirada hacia él de nuevo y señale con mi mano el parche que cubría mi ojo-No usare esto cuando logre controlarme por completo-sonrei, casi como si me enorgulleciera lo que acaba de decir, y en parte lo hacia.
Summer Wayland- Exorcista Exwire
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Fecha de inscripción : 19/02/2013
Re: Nada mejor que atragantarse de carne [Summer]
-¿Así que era eso?
El hombre observa con calma el parche que la pequeña niña usaba, había podido captar desde hace rato que su esencia demoniaca se concentraba en ese punto. Al parecer su suposición era correcta, ese parche servía como un sello limitante de los poderes de la pequeña, un objeto cuyo propósito era el de suprimir su verdadero poder… La pequeña acababa de admitir que sus poderes eran, al menos por el momento, incontrolables para ella.
-Ya veo… Es un sello extraño…
El hombre una vez más acerca su mano hacia Summer, mas esta vez para rozar suavemente su parche, sin hacer presión ni nada, solo deslizando la yema de su dedo por sobre la suave superficie de aquel sello, observándolo con tranquilidad y algo de desinterés. Según las palabras de la muchacha ella limitaban su propio poder para no lastima a los humanos que la rodeaban. Muy seguramente ella había recibido el apoyo de una persona durante su vida, y muy seguramente era ese apoyo el que haría que la chica siguiera teniendo fe en la humanidad y en lo que la rodeaba…
-Creo que invitarte a venir conmigo no llevara a nada, ¿Verdad?
La voz del hombre sonaba algo decepcionada, él tenía la intención de hacerla aceptar su lado demoniaco y que se uniera a él para poder aumentar el chance de los demonios de al fin conquistar el mundo humano, más antes siquiera de dar tal ofrecimiento, la chica había demostrado que ella era muy unida a su lado humano y los sentimientos que con el llevaban, aun peor, parecía sentir gran aprecio al que seguramente sería un ser humano, lo que reducía aún más las posibilidades de que ella aceptara así como así su invitación…
Pero ahí no terminaba todo, siempre surgía alguna oportunidad, él lo sabía, habría un momento de dolor, en algún momento cercano ella sufriría por ser una mitad demonio, ella sería discriminada, o sería rechazada o seria atacada por la humanidad, y ese sería el momento en él que él podría abordarla, sería el momento en que sus palabras podrían llegar al alma de la niña y hacer que aceptara su lado oscuro.
-Es muy triste en verdad que no te pueda llevar conmigo… De verdad me gustaste…
El hombre separa su dedo del parche de la chica, mirándola aun con esa expresión calmada y algo triste, más dando una ligera sonrisa, el solo tendría que esperar, esa chiquilla que le parecía tan divertida y graciosa tarde o temprano se uniría a sus filas, no tenía duda de eso, solo era cuestión de tiempo, y el tiempo no era algo que le pudiese preocupar al demoniaco ser.
El hombre observa con calma el parche que la pequeña niña usaba, había podido captar desde hace rato que su esencia demoniaca se concentraba en ese punto. Al parecer su suposición era correcta, ese parche servía como un sello limitante de los poderes de la pequeña, un objeto cuyo propósito era el de suprimir su verdadero poder… La pequeña acababa de admitir que sus poderes eran, al menos por el momento, incontrolables para ella.
-Ya veo… Es un sello extraño…
El hombre una vez más acerca su mano hacia Summer, mas esta vez para rozar suavemente su parche, sin hacer presión ni nada, solo deslizando la yema de su dedo por sobre la suave superficie de aquel sello, observándolo con tranquilidad y algo de desinterés. Según las palabras de la muchacha ella limitaban su propio poder para no lastima a los humanos que la rodeaban. Muy seguramente ella había recibido el apoyo de una persona durante su vida, y muy seguramente era ese apoyo el que haría que la chica siguiera teniendo fe en la humanidad y en lo que la rodeaba…
-Creo que invitarte a venir conmigo no llevara a nada, ¿Verdad?
La voz del hombre sonaba algo decepcionada, él tenía la intención de hacerla aceptar su lado demoniaco y que se uniera a él para poder aumentar el chance de los demonios de al fin conquistar el mundo humano, más antes siquiera de dar tal ofrecimiento, la chica había demostrado que ella era muy unida a su lado humano y los sentimientos que con el llevaban, aun peor, parecía sentir gran aprecio al que seguramente sería un ser humano, lo que reducía aún más las posibilidades de que ella aceptara así como así su invitación…
Pero ahí no terminaba todo, siempre surgía alguna oportunidad, él lo sabía, habría un momento de dolor, en algún momento cercano ella sufriría por ser una mitad demonio, ella sería discriminada, o sería rechazada o seria atacada por la humanidad, y ese sería el momento en él que él podría abordarla, sería el momento en que sus palabras podrían llegar al alma de la niña y hacer que aceptara su lado oscuro.
-Es muy triste en verdad que no te pueda llevar conmigo… De verdad me gustaste…
El hombre separa su dedo del parche de la chica, mirándola aun con esa expresión calmada y algo triste, más dando una ligera sonrisa, el solo tendría que esperar, esa chiquilla que le parecía tan divertida y graciosa tarde o temprano se uniría a sus filas, no tenía duda de eso, solo era cuestión de tiempo, y el tiempo no era algo que le pudiese preocupar al demoniaco ser.
Simbad- Mensajes : 29
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